viernes, 19 de marzo de 2010
treinta y tantos...
Te sientes raro, algo confuso y perdido. Es viernes y tu teléfono ya no suena como hace dos días. Llega tu novia del trabajo, la saludas con un inercial beso y salís a comer. Entre plato y plato ella habla, te cuenta lo ladina y perversa que es Z, y lo mal que se lo hace pasar en la oficina. Tu sigues comiendo, también por inercia mientras asientes continuamente y finges honda preocupación por lo que te cuenta tu chica. Llegan los postres y llega el momento de la pregunta, pero que te pasa?, estás como ausente?, sueltas un ehh?, que te permite ganar unos segundos preciosos, para acto seguido exclamar un yo?, con lo que intentas ganar aún más tiempo, pero la campana está a punto de sonar. Cuando ya estás acorralado y sin apenas salida suena el móvil de ella, uffff, salvadoporlacampana. Y ahora si tienes un mundo para pensar. Cuando acaba de hablar ella te cuenta que era S, y que os ha invitado cenar en su casa junto con J. Genial dices, mientras por dentro no dices nada. Llegas a casa. Coges un libro, te dispones a leer y a echarte una merecida siesta. Ella ve la tele y tu ya llevas 10 páginas pensando. Consigues dormir poco y te despiertas con el sonido del secador que sale del cuarto de baño. Te vistes y sales a cenar con S y M….
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tienes algo que contarme? XP si, yo siempre con lo mismo, me quedo en lo superficial! pero el "eh?" me ha encantado!!!!!!!
ResponderEliminaruffff... esos son unos treintaytantos mu mal llevaos...
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